
Tai Chi Chuan es naturaleza inteligente, tiene la propiedad de mejorar el cuerpo y purificar la mente. Es por ello que todas las disciplinas orientales destinadas al desarrollo de las capacidades del ser humano, aun las físicas, tienen en cuenta el componente espiritual.
A pesar de que a primera vista el Tai Chi Chuan se asemeja a una pacífica danza de equilibrio, es en realidad un arte marcial.
La antigua tradición de China lo define como el arte de ocultar la dureza dentro de la suavidad, como una aguja envuelta en algodón.
También se la ha definido como meditación en movimiento, buscando callar la actividad de la mente para que surja otro tipo de sabiduría, más esencial e intuitiva.
El trabajo del Tai Chi Chuan está dirigido al desarrollo de la energía interior, en este caso mediante la suavidad unida a la intención, estimulando el sistema nervioso.
Uno de los efectos más importantes del Tai Chi Chuan es la relajación muscular.
Para el hombre actual, sedentario y afectado por la contractura de sus músculos,
Tai Chi Chuan ayuda al cuerpo a estar en movimiento, estar más preparado para las actividades diarias y mejor predispuesto para el descanso nocturno.
Mejora la postura corporal, en especial de la columna vertebral y la espalda en general. Los sistemas cardiovascular y linfático se ven beneficiados, logrando una mejor circulación de sus fluidos.